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Mis hijos son fantásticos y no me imagino mi vida sin ellos, pero siempre es bueno desconectar del rol de "mamá y papá" y volver a ser por unos días Susana y Ángel.
Los preparativos de este evento se han de programar con tiempo:
- ¿Con quien los dejamos? ¿Tienen disponibilidad?
- Programación de las actividdes de los peques
- Preparar maleta de los niños
Después de escribir 4 folios por las dos caras, de recordar 1000 veces las mismas cosas y de despedirnos de los peques, nos vamos corriendo antes de que alguien se arrepienta... Por cierto, mis hijos siempre se quedan contentos, nunca lloran ni montan ningún numerito y eso se agradece mucho.
El fin de semana nos sienta estupendo, como os podéis imaginar hablamos todo el rato de los peques, pero sin interrupciones, ni lloros, ni pipis, ni mocos. Es genial!!
Volvemos a pasear cogidos de la mano, sin rumbo. No importa donde vayamos, tan sólo queremos disfrutar de la calma, sin horarios, sin rutinas...
La verdad es que siempre nos enfadados por alguna tontería, debe ser la falta de costumbre de pasar tanto rato juntos, pero al final nuestra relación se refuerza. Acordamos formas de actuar ante los niños y compartimos preocupaciones y alegrías en torno a ellos.
El regreso es muy bueno, nosotros estamos deseando abrazar a Pep y Jana y ellos nos han echado tanto de menos que no se despegan de nuestro lado en un buen rato.
Os recomiendo un finde de estos a todos los papás. Estoy convencida de que también los niños lo agradecen ya que vuelves con mucha energía y con más complicidad con tu pareja.
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En casa yo soy la primera que marcho por las mañanas y la última en regresar por las tardes. Mi marido se encarga de llevar a los niños al cole y luego las iaias hacen el resto.
Las diferentes actividades extraescolares de Pep y los continuos cambios de iaia provocan situaciones que me superan. No hay semana que no me llamen para advertirme que Pep todavía está esperando a que le recojan...Qué impotente me siento!! Yo a 45km de distancia tengo que aparcar mi rabia y gestionar una rápida solución. Con el móvil movilizo a uno u otro para que me echen una mano. Después, si quiero aclarar el asunto, las iaias siempre se enfadan conmigo y me sueltan lo típico " los responsables soys los padres". Eso me hace sentir MUY MALA MADRE.
No se lo que pensarán de nosotros en el cole, pero lo que más me preocupa es lo que pensará Pep. Espero que estos descuidos no le pasen factura. De momento yo no he notado ninguna reacción, a veces parece que ni se de cuenta del olvido.
A mi, a mi sí que me pasa factura... Cada vez que me imagino a Pep de la mano de la profe, esperando a que alguien vaya a recojerle, se me encoje el corazón. Noto un nudo en el estómago y tengo ganas de llorar y de gritar y de dejar el trabajo !! No puedo descargar mi ira contra nadie ya que todos hacen lo que pueden y ya es mucho, pero... pero no puedo evitar que vuelva a suceder. Es horrible, si yo estuviera allí me encargaría de que no pasara jamás.
Ojalá me toque la primitiva para poder llevar y recojer, cada día, a mis hijos, al cole. No pido mucho, no??
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Yo no recuerdo haber tenido ninguna fijación especial por nada en particular durante mi infancia, en cambio mis hijos ya tienen gustos muy precisos sobre temas concretos.
Pep es un paleontólogo precoz. Con 5 añitos recién cumplidos ya conoce el nombre exacto de todos sus dinos, y tiene muchos!! Vive rodeado de una treintena de miniaturas y de bastantes libros especializados. Ahora ha empezado a interesarse por los fósiles y cuando vamos a la biblioteca no para hasta que hojea todos los libros que hablan sobre el tema.
En vacaciones de Semata Santa, para celebrar su cumple, hemos seguido la ruta de los dinosaurios. El centro de la ruta está en Dinópolis Teruel y el resto se encuentra esparcido por toda la provincia con 6 centros más. La verdad es que es alucinante!!!. Tienen reproducciones reales de diferentes especies y aprendes muchísimo sobre estos bichos y su historia. Pep se mostró muy interesado durante los 3 días que nos llevó visitar todos los centros y se quedó muy sorprendido cuando vió las dimensiones reales de sus queridos amigos...
Jana, con sus 2 añitos, es una fan inconcional del lobo que sopla las casas de Los 3 Cerditos. No se que le ha llamado tanto la atención, pero le encanta el lobo. Se puede pasar horas viendo las distintas versiones del mismo cuento que hay en YouTube. Su juego favorito es montar una casa con los cojines del sofá... Pep se sienta dentro e interpreta a un cerdito y Jana, desde fuera, hace el ruido de los pasos del lobo y sopla fuerte para derribar la casa. Es increible, te mueres de risa cuando la ves!!! Cuando leemos otro cuento y sale un lobo, ya está otra vez con la historia de Los 3 Cerditos... ES AGOTADORA
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El eterno dilema que tenemos los padres con el tema de la cama y los niños....
Cuando yo era pequeña tan sólo dormía con mis padres la noche que tenía pesadillas, aunque algunas veces ellos conseguían convencerme de que me quedara en mi cama y pensara en cosas bonitas.
Ahora está de moda la cama familiar, dormir todos juntos hasta que los peques decidan que quieren empezar a usar su cama. Pues lo siento pero yo no estoy de acuerdo.
Empecé a acostar a Pep en su habitación a los 5 meses, lloró un poco los primeros tres días, pero desde entonces que adora su cama y su habitación. Incluso cuando nació la peque no tuvo ningún problema en dormir solito mientras Jana compartía nuestras noches. Jana se trasladó a la habitación de Pep a los 8 meses y también se adaptó perfectamente a la nueva situación, le encantaba dormir con su hermano y no lloró ni una sola noche.
El problema ha empezado hace poco, ahora que Jana ha descubierto que puede bajar de la cama solita. Cuando menos me lo espero, sin hacer ruido, Jana entra en nuestra habitación y se mete en la cama en medio de los dos. Como estamos cansados y dormidos no decimos nada y ella se duerme bien agustito. Pep suele despertarse cada media noche para hacer un pipi, entonces ve que la cama de su hermana está vacía y también acude a nosotros. Al final resulta que dormimos 4 en una cama de 1,50. Jana siempre encima mío, pegándome cabezados y patadas y Pep al lado de su padre. El resultado final es que me despierto fatal, entumecida, cansada y con algún moratón nuevo...
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Un conjunto infantil de pantalón corto y camiseta del Barça te puede salir por unos 60€. Es un poco caro, la verdad, pero si calculo el nº de días que se lo ponen y lo felices y guapos que están cuando lo llevan...lo amortizo sin duda alguna.
En mi casa somos todos culés. A mis peques les chifla el Barça y siempre querrían ir vestidos de Blau-Grana. Como la camiseta es de manga corta, aprovecho el buen tiempo para usarla. El tejido es fenomenal, no se ensucia y se seca rápidamente. Para evitar enfados los visto a los dos igual, así que Pep siempre es el que estrena equipo y la Jana hereda el del año anterior. Es injusto, pero de momento ella no se queja, como solo tiene 2 añitos...
Cuando hay partido copian a su padre y se ponen la camiseta encima del pijama, el problema es mío para intentar sacársela cuando se van a dormir!! Al final he decidido no enfadarme más y dejar que se duerman con ella, después cuando paso a verlos antes de irme a la cama, se las quito y todos en paz. Hace un par de meses decidí cambiar el sitio donde guardo los equipos porque la Jana siempre iba hacia el cajón y se vestía solita, con el pantalón y todo. Intentar desvestirla era un trabajo sobrehumano, yo acababa sofocada y ella con un berrinche inconsolable.
Ayer los envié a la cama a media parte del Barça-Milan. Pep no estaba muy conforme pero aceptó cuando le dije que iría a decirle el resultado en cuanto se acabara el partido. Por supuesto que cuando finalizó ( ¡¡¡¡ 4 a 0!!!) no lo desperté para decírselo...pues a las 5 de la mañana Pep ha aparecido en nuestra habitación y nos ha preguntado el resultado. En cuanto su padre le ha dicho que había ganado el Barça con 4 goles, se ha vuelto a su cama y se ha dormido al instante. Yo también me he vuelto a dormir, pero al recordarlo esta mañana no deja de sorprenderme como puede un niño de 4 años apasionarse tanto por el Barça... Pep ya es un CULÉ de pura sangre, ¿será debido a que tiene el carné del Barça desde que nació?
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El sábado pasado, después de ver un decepcionante Barça- Madrid, mi marido me propuso salir con los peques y aprovechar para realizar unas compras. En aquel momento no me pareció una mala idea y accedí encantada.
En el coche se portaron divinamente, calladitos mirando una peli de DVD. Al llegar a la tienda de deportes, donde mi marido se quería comprar unas bambas, empezó la diversión... Como siempre, cogimos un carrito para ponerlos dentro a los dos, pero pronto empezaron a pelearse y tuvimos que separarlos. La Jana en brazos del papa y Pep en la sillita del carro, pero claro, los críos querían moverse y al final, no se como, los teníamos a los dos chutando varias pelotas y corriendo por los pasillos. Ya me véis persiguiendo a la Jana por toda la tienda y riñendo a Pep por armar follón. Para probarles unas zapatillas a cada uno, tuvimos que sobornarlos, extorsionarlos y atarlos!! Finalmente accedieron, con la promesa de que iríamos a cenar al McDonals. Por cierto, las zapatillas tenían que ser del mismo modelo, aunque ,eso sí, de color rosa para la Jana. Al final, ni su padre ni yo tuvimos coraje para mirar alguna prenda que nos interesaba, queríamos largarnos lo antes posible porque aguantar a ese par de granujas supone una gran paciencia y un esfuerzo enorme.
Después de esta experiencia ya era tarde y todos teníamos hambre. Mi intención era dar una lección a los críos y dejarlos sin cenar. Al final, como era de esperar, acabamos en el recinto infantil del McDonals comiendo una hamburgersa. La verdad es que al menos pudimos cenar sentados sin tener que reñir a los niños. Se lo comieron todo y se fueron a jugar hasta que cayeron rendidos.
Mi marido regresó a la tienda a la semana siguiente, solito, sin críos ni nadie que le molestara. Volvió cargado de ropa que necesitaba y con alguna cosilla también para mi. Por suerte, todavía hay alguien que me cuida...
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Ya hace un par de meses que pasaron las Navidades y ahora vienen los cumpleaños, el de Pep es en abril y mi dilema sigue ahí ¿regalo a mis hijos lo que ellos quieren o mejor busco algo más recomendado para los niños de su edad?
Desde que mi marido me compró un móvil de última generación, siempre tengo a los niños revoloteando a mi alrededor pidiéndomelo para jugar un rato. Pep suele jugar a Angry Birds o Kinectimals y Jana prefiere los memos y puzzles de la Hello Kitty. Ver como mueven sus deditos rápidamente y como van aprendiendo solitos las reglas del juego me empuja a pensar que una tablet sería el regalo ideal.
También observo mucho los gustos de cada niño:a Pep le fascinan los dinosaurios y tiene reproducciones reales, por cierto, carísimas, de muchas especies. Jana todavía es pequeña para mostrar tanta pasión por alguna cosa, a parte de los puzzles, le gusta jugar a todo con lo que juega su hermano.
El otro día vi un anuncio de un robot dino, Pleo. Se ve que su personalidad se va formando a medida que va pasando tiempo contigo, es decir, según la educación que reciba tendrá un carácter u otro... Fascinante!!
De los juguetes tradicionales no tengo ninguna pega, pero ya los tienen todos!! Coches, clics, cocinitas, muñecas, colores, la oca y el parchís, casita de muñecas, bicicleta, patinete, patines... y que no se me olvide el scalextric del papi. Sí, con todos ellos juegan muchos ratos y realmente se lo pasan bien. Últimamente, como ha sido carnaval, se disfrazan muy a menudo para jugar un rato. Los disfraces son una buena opción porque hay infinidad de modelos, a parte que no suelen ser muy caros.
Bueno, en definitiva, mi opinión es que han de poder jugar a todo un rato, sin abusar mucho de lo que más les pueda enganchar: tablet, wii, tv. Por eso me he decidido por PLEO para el cumple de Pep. Es como tener un perro pero sin tener que sacarlo a pasear. Puede establecer un vínculo con él , le cuidará y se responsabilizará de su educación.
Tengo ganas de lo vea, va a alucinar!!
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Realmente es inevitable sentir que tu hijo es " mejor " que los demás. Tu eres su madre o su padre y la visión que tienes al respecto está distorsionada por esa relación.
Cuando tu hijo empieza a relacionarse con otros niños, la comparación entre ellos es natural y los padres siempre decimos que no tiene importancia que cada niño es como es... La verdad, es que cuando llegas a casa, empiezas a aleccionar a tus hijos para que mejoren en esas situaciones en las que no han destacado por sus habilidades. Los padres somos muy competitivos y queremos que nuestros pequeños sean los mejores en todo.
Naturalmente, cuando te encuentras con los padres del "rival" elogias con la boca llena las proezas de su hijo, pero interiormente piensas que el tuyo es mucho mejor y que el otro ha tenido suerte.
Puede ser estresante tanta competitividad, pero creo que si se sabe gestionar bien, resulta estimulante para hijos y padres:
El otro día llega mi marido con Pep de la biblioteca y me comenta que un amiguito suyo lee muy bien, que deletrea perfectamente los nombres de los dinosaurios. Pues bien, a partir de ese día ya me véis cada tarde peleándome con mi hijo para enseñarle a leer. Al principio Pep no quería, pero a medida que vió que iba mejorando, él mismo reclamaba el rato de lectura. Al cabo de un par de semanas leía perfectamente las letras de "Pal" y las "lligadas". Fue un éxito, Pep consiguió ser el mejor de su clase en lectura y comprensión.
Esta forma de actuar resultó beneficiosa para el niño y gratificante para mi, pero hay casos en los que no funciona...
Cada sábado Pep juega con su equipo un partido de fútbol. Su padre, su hermana y yo vamos animarlo todas la semanas. Pep es de los jugadores más pequeños ( tiene 4 años) y todavía no conoce bien la técnica. Cuando sale al campo se le ve feliz y se dedica a corretear sin ninguna estrategia y a saludar al público. Yo me pongo enferma, no puedo evitar decirle que vaya detrás de la pelota y que se concentre en el partido. Él ni caso, a lo suyo, a pasar el rato. Durante el viaje de vuelta intentamos explicarle que tiene que jugar mejor, con más ganas. Su padre le enseña a tocar el balón y a ir a por él, pero al sábado siguiente todo sigue igual.
En este caso se que no puedo atormentar a mi hijo con el tema del fútbol. Quizás no se le de bien y nunca llegará a ser el "crack" del partido. Creo que dejaré de meterme tanto y me reiré más de sus payasadas en el campo.
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El primer paso antes de cualquier escapada, viaje o vaciones es hacer las maletas!!. Para mi es lo peor de todo, me cuesta mucho decidirme por una prenda u otra, es horrible. Además, si tienes 2 peques y uno es niño y el otro niña, el trabajo se triplica. Por cierto, prohibido hacer la maleta con tus hijos delante, siempre querrán llevarse las prendas més inadecuadas y más voluminosas, a parte de algún juguete o peluche imprescindible para ellos.
El otro punto negro de la aventura es el aeropuerto. Gestionar el equipaje, controlar a los niños y preparar toda la documentación, puede ser una odisea imposible de superar. Siempre con alguna chaqueta entre manos, agarrando fuerte a tus hijos hasta el punto de tener que arrastrarlos, empujando una o dos maletas con las piernas y guardando los billetes de embarque en la boca... Imagen de familia muy usual durante las vacaciones.
Después, el vuelo, depende de los horarios y de la duración. Hasta un par de horas puede ser asequible, pero si se alarga más seguro que alguno de los peques tiene una rabieta, o te hace ir al mini WC cada media hora, o empieza a correr por el pasillo y tropieza con algún carrito acorazado, provocando un porrazo escandaloso y un chichón espectacular.
La estancia tiene días mejores y días peores, pero lo que es muy probable es que a las 10 de la noche ya no puedas con tu alma y te duermas antes que tus hijos. Acabas rendido, sin poder beberte ni un gin-tonic con tu pareja porque los dos estáis agotados y no tenéis el cuerpo para nada... Pero la diversión empieza otra vez al día siguiente, cuando al primer rayo de sol, que siempre se cuela entre las cortinas del hotel, despierta a los más pequeños.
El regreso tiene los mismos ingredientes que la ida, pero con la mala leche de la vuelta, que es peor.
Nosotros, en cada nuevo viaje, solemos valorar los puntos en los que hemos mejorado respecto al viaje anterior: "al menos este año no tenemos que cambiar pañales ni preparar papillas", "ya no tiene miedo al agua", "se duermen solitos", "¡¡ no tenemos que cargar con el carrito!!",etc..
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Soy ingeniera técnica Industrial, tengo un máster y un postgrado, pero sueño cada día con dedicarme a alguna profesión sencilla que me permita pasar más tiempo con mi familia. ¿Qué mas da mi carrera? ya ni siquiera me gusta... estoy atrapada en un mundo muy "masculino" donde los viajes y las horas extra están a la orden del día.
Ya no puedo despertar a mis niños, ni llevarlos al cole, todo eso lo hace mi marido. Él está encantado y los niños también, ya ni me echan de menos. ¿Por qué estudié ingeniería y no magisterio? Como envidio a la gente que va al trabajo a pie, a los que tienen un horario intensivo, a los que pueden escoger sus vacaciones...
Aquellos sueños que yo tenía de adolescente, ser la mejor en mi trabajo, llegar a lo más alto... ¡Cómo cambian las prioridades! Ahora tan solo quiero ponerme el chándal y compartir con mis hijos el máximo tiempo posible. Quiero conocer a los profesores, poder ir a las reuniones de padres, participar en las fiestas del cole, hablar con el resto de las mamás y presumir de lo inteligentes que son nuestros hijos.
Ya estoy harta de tanta diva hipócrita que asegura que trabajar y tener una familia es compatible... ¿De qué trabajo me hablas? eso es mentira, a no ser que tu jornada sea de 4 horas, cobres un dineral y encima tengas cocinera particular. Hoy en día, si tienes la suerte de tener un trabajo remunerado, te pagan una miseria, haces malabares para salir a tu hora y nunca puedes estar al nivel de un hombre porque a ellos ya les va bien llegar a las 10 de la noche a casa. Es injusto pero es así, no cumples ni con las expectativas profesionales ni con los deseos familiares.
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